Consecuencias fiscales del desplazamiento de trabajadores a España

Primero debe examinarse si la empresa extranjera está obligada a practicar retenciones de IRPF sobre el sueldo de estos trabajadores. Responder a esta cuestión no es sencillo ya que estas empresas, dependiendo del caso, no desarrollan directamente una actividad en España, aunque la administración siempre preferirá una retención en España a efectos de un mejor control sobre los sueldos de los trabajadores. Adicionalmente deberá examinarse si la actividad de la empresa extranjera en España constituye una base fija de negocios, lo que generaría un establecimiento permanente desde el punto de vista del Impuesto sobre Sociedades.

También hay que tener en cuenta el posible traslado de residencia fiscal a España del trabajador desplazado y, eventualmente, la posible aplicación del régimen especial para los impatriados que permite que tributen en España como no residentes durante algunos años por las rentas exclusivamente obtenidas de territorio español a un tipo muy ventajoso para los sueldos. De todos modos, este régimen es muy conflictivo desde el punto de vista de los países de origen del trabajador desplazado. A modo de ejemplo, el reciente convenio de doble imposición entre España y Alemania indica claramente que Alemania no acepta la “salida” de su país de las personas que tributen en España por este régimen.

Debe subrayarse que las retenciones de IRPF es uno de los asuntos que la administración examina en detalle. Las sanciones son habitualmente del 150% de lo no retenido. Adicionalmente, hay que determinar el país que deberá ingresar las cotizaciones sociales del trabajador, lo que en ocasiones no es fácil.

Por este motivo, es muy conveniente que la empresa que desplaza trabajadores diseñe una estrategia de desplazamiento (contratos, retribuciones, empresa pagadora, fechas de entrada y salida de España, etc.) así como un sistema de retribución claro (si se aplica la tax equalization). La preparación de las declaraciones anuales de IRPF y del Impuesto sobre el Patrimonio de los trabajadores (así como el modelo 720, en su caso) exigirá bastante tiempo por la complejidad de los casos.